REFLEXIÓN - Brindis por Fantasía para todos
Por Sergio Sánchez Moreno
El intenso olor a pino invadía toda la casa desde diciembre hasta pasar Reyes. En esa época no se hablaba de estragos a la naturaleza, aunque lo eran sin duda, los que practicábamos las familias que sacábamos ramas de pino natural para armar el arbolito. Daba un trabajo regular dejarlo con la forma querida pero una vez lograda nada se le comparaba. Y, debajo del árbol, una parte importante del living quedaba ocupado por el pesebre. Un hermoso y enorme pesebre que algunos años cobraba vida con los Reyes Magos acercándose paulatinamente al niño Jesús. Llegaban eso sí el 5 de enero. Los gurises ayudábamos a mamá tanto al armado como en la tarea delicada de guardar cada piecita del pesebre y del arbolito en papeles que lograban el milagro de que viejísimas figuras se mantuvieran vigentes 50 años después como recién compradas.
El reino de la fantasía
La familia se reunía a su lado para cenar en la Noche Buena y en la noche del 5 de enero era lugar para los más intensos preparativos. Nosotros éramos niños de esperar a los Reyes. Éramos niños grandes y de verdad esperábamos que los Reyes llegaran a casa. Nuestra fantasía nos hacia juntar pasto y agua para los camellos de los Reyes Magos porque sabíamos que los pobres venían cansados y con hambre.
Las cartas a los Reyes se dejaban en los zapatos; los zapatos se colocaban al costado de la puerta del patio, al lado del agua y del pasto destinada a los camelos. A los Reyes se les escribían cartas verdaderas con el modelo que nos acababan de enseñar en la escuela. No era un trámite. De verdad creíamos en aquellos seres que venían de visitar al niñito Jesús y que repartían juguetes. En los días anteriores y sin que nos diéramos cuenta, nuestros padres nos sometían a una intensa negociación para evitar que nuestro pedido por disparatado, quedara sin respuesta. ¿Como va a cargar eso el Rey en un camello? - No, eso no pídele algo que si pueda traer.- Y así, con delicadeza y haciéndonos razonar que siempre hay que ponerse en el lugar del otro, al fin llegábamos a alguna cosa que si nos podían traer. Pero la carta era muy respetuosa y llena de afecto por ellos. Nunca como en la madrugada de Reyes, queríamos estar despiertos. Recuerdo que con Mario, mi hermano, hicimos varios operativos tendientes a verles. Y llegábamos a sentir sus camellos pero nos dormíamos justo en el momento inoportuno y llegaban sin que pudiéramos verles.
Eso si, despertarnos temprano, llamar uno al otro y bajar la escalera corriendo para ver si habían llegado y ver los paquetes allí amontonados debajo del hermoso arbolito de navidad y al costado del pesebre… esa era la felicidad. Antes de tocar los regalos dos cosas: despertar a nuestros padres y a nuestra hermanita más chica, con la noticia de la llegada de los Reyes y salir al patio a comprobar si habían tenido tiempo de utilizar el pasto y el agua que les habíamos dejado.
Y después la felicidad más completa
Abrir regalos. Juguetes y ropas que nos hacían felices. Nada del otro mundo pero todo muy lindo. No cuesta mucho imaginar la alegría de esos niños descubriendo regalos y sus padres rodeándoles con emoción. Esas son las cosas que nos acompañarán para toda la vida. Los regalos del día de Reyes. Los niños metidos en su fantasía siendo niños.
Las teclas desafinadas de ese encantador recuerdo estarían sonando en los días siguientes cuando algunos de los queridos amigos del barrio nos contaba con lágrimas que ni a el ni a la hermanita les habían visitado los Reyes. El dolor de un niño sin Reyes era de tal intensidad que nos dejaba sin ganas de disfrutar de los camioncitos o del fuerte de los indios y soldaditos. Llegó el tiempo en que lo apurados monarcas dejaban regalos para estos amigos pero en los arbolitos de los vecinos.
1- ¿Que le dices a los niños de los reyes? ¡Pero no seas malo! - a los niños no se los puede engañar, la vida no esta para andar con pavadas- me decía un compañero de trabajo y pisoteaba un jardín sembrado de años, sin darse cuenta.
2- ¿Como que los regalos de reyes les llegaron hoy que falta todo un día para el seis de enero? - Y si, bueno pobrecitos, vieron los paquetes y los querían y ya se las regalamos. ¿Para que hacerles sufrir?
3- Pregunta -¿Que pediste a los Reyes?
Respuesta: -.Una computadora y un celular. Pregunta - Pero ¿no le pediste mucho? Respuesta: -Y no, porque a la compu me la regala papá y al celular se lo pedí al abuelo.
Cada familia sabe a qué apostar en la educación de sus hijos. Yo sólo pude ser testigo de algunas cosas que nos regalaron a mi y a mis hermanos dos humildes personas que fueron nuestros padres en combinación con las familias de la época y con nuestros abuelos: nos criaron en un hogar donde veíamos a nuestros padres quererse, donde el respeto y la fidelidad fueron la moneda de toda la vida, donde no sólo nos amaron, sino que los vimos a ellos amarse y respetarse y ser compañeros toda la vida. No sólo nos permitieron crecer amados sino que nos mantuvieron niños todo el tiempo posible. Ellos tenían los problemas… no nosotros. Y nos dejaron cultivar un tesoro que nos ha hechos seres de especial valía en nuestros desempeños profesionales: nos dejaron cultivar la fantasía. En lo de los Reyes Magos y en muchos aspectos nos dejaron vivir con juegos, mitos y héroes de leyendas que a los niños les resultan tan afines. La capacidad de soñar, de jugar en barra con amigos o de estar sólo pero rodeadísimos de personajes y situaciones que nadie más ve. La fantasía es entrenar la creación. Los dueños del mundo son los que crean nuevas cosas y eso no es un árbol que crezca en tres días… se cultiva desde pequeños.
Cambiemos el enfoque
Cada uno sabrá lo que hace y como educa a sus niños, pero uno desea lo mejor para todos y dentro de ese lo mejor quisiéramos que los niños vivieran en familias que les dejen ser niños y que a pesar de las tecnologías, les mantengan y les ayuden a cultivar las fantasías hasta que esta dura sociedad los pode. Que los niños no vean a padres y abuelos como proveedores y que abuelos y padres sepan que, manteniendo algunos lindos misterios y respetos por las fechas… además de hacerlos muy felices a los niños les están mostrando los limites y ayudando a aprender que no todo se tiene cuando se quiere sino cuando se debe.Felices Reyes Magos para todos las personas de cualquier edad que sientan la fecha de la Epifania como un momento distinto y como el auténtico “Día del Niño de nuestro calendario. Felices Reyes Magos para los niños y ¡¡¡ fantasía irrestricta para todos!!!
Por Sergio Sánchez Moreno
El intenso olor a pino invadía toda la casa desde diciembre hasta pasar Reyes. En esa época no se hablaba de estragos a la naturaleza, aunque lo eran sin duda, los que practicábamos las familias que sacábamos ramas de pino natural para armar el arbolito. Daba un trabajo regular dejarlo con la forma querida pero una vez lograda nada se le comparaba. Y, debajo del árbol, una parte importante del living quedaba ocupado por el pesebre. Un hermoso y enorme pesebre que algunos años cobraba vida con los Reyes Magos acercándose paulatinamente al niño Jesús. Llegaban eso sí el 5 de enero. Los gurises ayudábamos a mamá tanto al armado como en la tarea delicada de guardar cada piecita del pesebre y del arbolito en papeles que lograban el milagro de que viejísimas figuras se mantuvieran vigentes 50 años después como recién compradas.
El reino de la fantasía
La familia se reunía a su lado para cenar en la Noche Buena y en la noche del 5 de enero era lugar para los más intensos preparativos. Nosotros éramos niños de esperar a los Reyes. Éramos niños grandes y de verdad esperábamos que los Reyes llegaran a casa. Nuestra fantasía nos hacia juntar pasto y agua para los camellos de los Reyes Magos porque sabíamos que los pobres venían cansados y con hambre.
Las cartas a los Reyes se dejaban en los zapatos; los zapatos se colocaban al costado de la puerta del patio, al lado del agua y del pasto destinada a los camelos. A los Reyes se les escribían cartas verdaderas con el modelo que nos acababan de enseñar en la escuela. No era un trámite. De verdad creíamos en aquellos seres que venían de visitar al niñito Jesús y que repartían juguetes. En los días anteriores y sin que nos diéramos cuenta, nuestros padres nos sometían a una intensa negociación para evitar que nuestro pedido por disparatado, quedara sin respuesta. ¿Como va a cargar eso el Rey en un camello? - No, eso no pídele algo que si pueda traer.- Y así, con delicadeza y haciéndonos razonar que siempre hay que ponerse en el lugar del otro, al fin llegábamos a alguna cosa que si nos podían traer. Pero la carta era muy respetuosa y llena de afecto por ellos. Nunca como en la madrugada de Reyes, queríamos estar despiertos. Recuerdo que con Mario, mi hermano, hicimos varios operativos tendientes a verles. Y llegábamos a sentir sus camellos pero nos dormíamos justo en el momento inoportuno y llegaban sin que pudiéramos verles.
Eso si, despertarnos temprano, llamar uno al otro y bajar la escalera corriendo para ver si habían llegado y ver los paquetes allí amontonados debajo del hermoso arbolito de navidad y al costado del pesebre… esa era la felicidad. Antes de tocar los regalos dos cosas: despertar a nuestros padres y a nuestra hermanita más chica, con la noticia de la llegada de los Reyes y salir al patio a comprobar si habían tenido tiempo de utilizar el pasto y el agua que les habíamos dejado.
Y después la felicidad más completa
Abrir regalos. Juguetes y ropas que nos hacían felices. Nada del otro mundo pero todo muy lindo. No cuesta mucho imaginar la alegría de esos niños descubriendo regalos y sus padres rodeándoles con emoción. Esas son las cosas que nos acompañarán para toda la vida. Los regalos del día de Reyes. Los niños metidos en su fantasía siendo niños.
Las teclas desafinadas de ese encantador recuerdo estarían sonando en los días siguientes cuando algunos de los queridos amigos del barrio nos contaba con lágrimas que ni a el ni a la hermanita les habían visitado los Reyes. El dolor de un niño sin Reyes era de tal intensidad que nos dejaba sin ganas de disfrutar de los camioncitos o del fuerte de los indios y soldaditos. Llegó el tiempo en que lo apurados monarcas dejaban regalos para estos amigos pero en los arbolitos de los vecinos.
1- ¿Que le dices a los niños de los reyes? ¡Pero no seas malo! - a los niños no se los puede engañar, la vida no esta para andar con pavadas- me decía un compañero de trabajo y pisoteaba un jardín sembrado de años, sin darse cuenta.
2- ¿Como que los regalos de reyes les llegaron hoy que falta todo un día para el seis de enero? - Y si, bueno pobrecitos, vieron los paquetes y los querían y ya se las regalamos. ¿Para que hacerles sufrir?
3- Pregunta -¿Que pediste a los Reyes?
Respuesta: -.Una computadora y un celular. Pregunta - Pero ¿no le pediste mucho? Respuesta: -Y no, porque a la compu me la regala papá y al celular se lo pedí al abuelo.
Cada familia sabe a qué apostar en la educación de sus hijos. Yo sólo pude ser testigo de algunas cosas que nos regalaron a mi y a mis hermanos dos humildes personas que fueron nuestros padres en combinación con las familias de la época y con nuestros abuelos: nos criaron en un hogar donde veíamos a nuestros padres quererse, donde el respeto y la fidelidad fueron la moneda de toda la vida, donde no sólo nos amaron, sino que los vimos a ellos amarse y respetarse y ser compañeros toda la vida. No sólo nos permitieron crecer amados sino que nos mantuvieron niños todo el tiempo posible. Ellos tenían los problemas… no nosotros. Y nos dejaron cultivar un tesoro que nos ha hechos seres de especial valía en nuestros desempeños profesionales: nos dejaron cultivar la fantasía. En lo de los Reyes Magos y en muchos aspectos nos dejaron vivir con juegos, mitos y héroes de leyendas que a los niños les resultan tan afines. La capacidad de soñar, de jugar en barra con amigos o de estar sólo pero rodeadísimos de personajes y situaciones que nadie más ve. La fantasía es entrenar la creación. Los dueños del mundo son los que crean nuevas cosas y eso no es un árbol que crezca en tres días… se cultiva desde pequeños.
Cambiemos el enfoque
Cada uno sabrá lo que hace y como educa a sus niños, pero uno desea lo mejor para todos y dentro de ese lo mejor quisiéramos que los niños vivieran en familias que les dejen ser niños y que a pesar de las tecnologías, les mantengan y les ayuden a cultivar las fantasías hasta que esta dura sociedad los pode. Que los niños no vean a padres y abuelos como proveedores y que abuelos y padres sepan que, manteniendo algunos lindos misterios y respetos por las fechas… además de hacerlos muy felices a los niños les están mostrando los limites y ayudando a aprender que no todo se tiene cuando se quiere sino cuando se debe.Felices Reyes Magos para todos las personas de cualquier edad que sientan la fecha de la Epifania como un momento distinto y como el auténtico “Día del Niño de nuestro calendario. Felices Reyes Magos para los niños y ¡¡¡ fantasía irrestricta para todos!!!
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