EDICIONES ANTERIORES DE "PROPUESTAS"

10 de marzo de 2010

Fotoeditorial: El Presidente de la Gente

Por Juan Pablo Sánchez
Director

El lunes 1º de marzo de 2010 pasó a la historia; fue una nueva transmisión de la banda presidencial – ejemplar por cierto, como enorgullece a la tradición democrática de nuestro país -, pero con algunas particularidades que vale la pena mencionar.

El traspaso del poder de un Presidente a otro, siendo ambos de la Izquierda, ya nos termina de confirmar que son otros los tiempos que vivimos en la política uruguaya. Esto ha transcurrido con total normalidad, sin que blancos y colorados se rasguen las vestiduras y sin que ello represente el peligro de “invasiones de tanques rusos” o de cualquier otra amenaza proveniente de fuera de nuestras fronteras. Ello ya forma parte del “folclore electoral” del pasado.

Dejando de lado la comida criolla que se le ofreció a los visitantes, la camioneta eléctrica en la que viajaron los elegidos primeros mandatarios y otros detalles sin mayor relevancia de la mencionada jornada, me gustaría centrarme en la figura del nuevo Presidente de la República.
Obviamente no tengo definido un perfil personal de varios de los casi 40 jerarcas que democráticamente han asumido tal investidura – solamente una cercana idea de los posteriores a la Dictadura -, pero me animo a señalar que probablemente nunca antes el país haya tenido un primer mandatario con un tinte tan popular como el actual.

José Mujica, en algunas oportunidades, durante la campaña, cuando estaba rodeado por el cariño y el fervor que generaba en la gente, era consultado por los periodistas sobre por qué se daba ese fenómeno, a lo que respondía simplemente “¡son como yo, son como yo!”.
Quizás por primera vez los sectores medios y bajos de nuestra población ven a un Presidente con el que identificarse realmente, que la peleó de chico para mantener su hogar, vendiendo flores en las ferias, viviendo en la austeridad, cultivando su propia chacra, conduciendo una vieja motocicleta, manejándose con la austeridad típica de a quien no le sobra el dinero a fin de mes. Lejos está esa realidad de las que habitualmente muestran los políticos profesionales a los que estamos acostumbrados que asuman tales cargos, viviendo en barrios residenciales, con autos último modelo, múltiples propiedades y las últimas comodidades para el confort hogareño, que no esta mal que las tengan, por cierto.

Por eso no es demagogia que el traspaso de la banda Mujica haya determinado que fuese en la plaza Independencia, a los pies del monumento de José Artigas, en medio de la gente y no desde el balcón del Palacio Estévez… también en este momento histórico, el ex tupamaro quería estar a la altura de su gente.
Además, me parece justo acotar que justamente, su condición de anterior guerrillero no le quita méritos en el cargo, sino que nos recuerda a todos los Orientales que el haber tomados caminos equivocados en la vida – como el de las armas – no nos hace “malos ciudadanos” para el resto de nuestra existencia… siempre y cuando sepamos tomar el rumbo correcto a tiempo, con convicción en la democracia, que es la que a través de las urnas lo tiene hoy a José Alberto Mujica Cordano como Presidente de los uruguayos.

Para finalizar, mi total repudio al único hecho lamentable sucedido en dicha asunción: el abucheo a Lacalle y Sanguinetti cuando subieron a felicitar a Mujica al estrado en la plaza Independencia. Una nueva muestra del país que la gran mayoría no queremos, en donde al que es o piensa diferente a mí lo destrato, casi hasta odiarlo. Ese no es el camino a transitar, sí es el de los fanatismos y la estupidez que – entre varios factores – nos tiene bastante sumergidos en el subdesarrollo. También sobre este punto, como dijo el nuevo Jefe de Estado, la educación es el camino.
Que así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario