EDICIONES ANTERIORES DE "PROPUESTAS"

10 de marzo de 2010

Reflexiones desde el Noreste: Historia y nación (V)

Uruguay: la Somalía de América
Por el Dr. Tomás Sansón Corbo

Las particulares circunstancias en que el Uruguay emergió a la vida independiente y la posterior operativa patriótico-nacionalista por justificar históricamente lo injustificable[1] determinaron que la relación con su pasado y la propia naturaleza de sus referentes identitarios fueran complejas.

El ser nacional uruguayo siempre estuvo en cuestión, desde los tiempos mismos en que comenzó la operación encrática de fijar sus referentes fundacionales.
Uruguay sufre los traumas de un hijo no deseado que intuye una existencia accidental y azarosa. El no reconocimiento de nuestra paternidad inglesa, el olvido del proyecto integrador del artiguismo y haber vivido de espaldas a Latinoamérica (regocijándonos en la autocomplacencia de una ficticia excepcionalidad), son cuentas que, necesariamente debemos pagar. El fútbol incluso, tan importante en la generación de “tradiciones heroicas”[2], ha sufrido un deterioro tal que no deja de provocar perplejidad entre los fanáticos que ven una y otra vez cómo la “celeste” es eliminada de los campeonatos mundiales.

Vivimos un tiempo de fuerzas dispersivas que descomprimen y desdibujan el ser nacional tal como lo evidencian la “patria peregrina”, cada vez más grande, y la creación del “Departamento 20” (especie de Intendencia virtual para atender a los uruguayos residentes en el exterior). La construcción del “nosotros” se realizó sobre cimientos endebles que no soportan los embates de un mundo globalizado y del proyecto mercosuriano que exigen fortaleza cultural-identitaria. Uruguay no la tiene (¿alguna vez la tuvo?): en lugar de ser la “Suiza de América” muchos de sus habitantes sienten que viven en la “Somalía de América”. Las estructuras del país “hiperintegrado” se resquebrajaron y pusieron en evidencia una fragmentación socio-económica y cultural a esta altura tan irreversible como las “fracturas de la memoria” estudiadas por Viñar.

Las élites dirigentes se han mostrado incapaces y carentes de imaginación para crear nuevas ficciones orientadoras. Carecemos de utopías y, ante la endeblez de las tradiciones, ni siquiera las retropías[3] coadyuvan a la cimentación de lazos cohesionadores que fijen un imaginario, y por ende, un rumbo.
Al reflexionar sobre el futuro vienen a mi mente las palabras del historiador romano Amiano Marcelino quien, ante la irreversible decadencia del imperio romano sentenciaba: “nada queda más que lágrimas y temores; el recuerdo del pasado se hace amargo; la expectativa del futuro, todavía más triste”. Sin tentar atrevidas prognosis de difícil concreción me atrevo a augurar que el destino de este país bascula entre dos opciones que se pueden personalizar en la figuras de Bismarck y de Odoacro… alguna de ellas prevalecerá...

[1] Erigir a Artigas como “Padre de la Patria” cuando en realidad luchó por la integración de la Provincia Oriental en el seno de las Provincias Unidas del Río de la Plata. “Demostrar” que la Cruzada de los Treinta y Tres –que ni eran 33 ni eran todos orientales- tenía como propósito la independencia nacional cuando, al contrario, se trataba de liberar la Provincia del dominio de Brasil para su integración con las demás del Río de la Plata, tal como lo establecen la segunda y tercera ley del 25 de agosto de 1825. Omitir la importancia de la Convención Preliminar de Paz donde, explícitamente, en sus artículos primero y segundo, el Imperio del Brasil y el Gobierno de las Provincias Unidas, declaran al “Estado de Montevideo”, libre e independiente, todo gracias a la mediación de Inglaterra.
[2] Campeonatos olímpicos de 1924 y 1928, mundiales de 1930 y 1950 y héroes epónimos como Obdulio Varela.
[3] RICO, Álvaro, El orden de los simulacros y el orden social en la restauración democrática, en RICO, Álvaro (Compilador), Uruguay: cuentas pendientes. Dictadura, memorias y desmemorias, Montevideo, Trilce, 19

1 comentario:

  1. Los "uruguayos" somos gente influenciable, facilmente influenciables más allá de todos los lazos que nos identifican como nación (solo la camiseta de uruguay permanecerá como elemento común al sentir nacional),supongo que pasa por vivir en un pedacito de tierra entre dos potencias en América del Sur. Hay que tener en cuenta que esta tierra fue colonizada. Copiamos o nos innocularon la libertad y un sistema de reglas de este juego al que se le pueden sumar himnos y constituciones tambien banderas. Tampoco hay que olvidarse del interés del mercado global donde la paz ahora es negocio y no sirve a este fin el fervor nacional. Hoy en nombre de la democracia y la libertad es necesario aceptar las diferencias ya sean etnicas, sexuales o de género. Ya no por un gesto humano sino en pos del mercado. Hoy en dia la selección de Alemania cuenta en sus filas con dos jugadores latinos, Cacau y Mario Gomez. En otras épocas esto hubiera resultado imposible. El rock fue "inventado" por Chuck Berry, sin embargo llegó al mundo de la mano de Elvis Presley (blanquito el nene, peinadito a la gomina y con perfil de estrella) en esa época era difícil que una persona negra, como Chuck Berry, tuviera posibilidad en un Estados Unidos racista. Ahora, hoy, Obama, no tan negro, con razgos blancos y apellido musulmán conjuga el sentir de las minorías pues se reflejan en él, los negros, los latinos, los musulmanes y otras minorías. El capitalismo no quiere naciones, decodifica los antiguos valores y a su vez asistimos a un proceso de desterritorialización. Las ventas del "rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad", ¿qué cantidad de tierras se han vendido a los extranjeros?. Arroceros brasileros, Punta del Este es argentino aunque se diga que jurídicamente es uruguayo, en Paysandú hay mucha tierra en manos de ingleses y hace poco, en José Ignacio un inversosr norteamericano compró 15 hectáreas a 15 millones de dólares. Creo que el Estado se olvidó de preservar nuestro rico patrimonio. ¿Qué es ser uruguayo entonces? ¿Alguien que brinda servicio en temporada?

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