El Área de Luis Orlando Guasque: ¿Cambiará la Asociación Departamental de Fútbol?

Convengamos que esta opinión no está dirigida a nadie en particular para no herir susceptibilidades. Pero seguro tendrá que haber planificación y cambios, si no queremos que nuestra gloriosa camiseta, siga este rutero, que nos está llevando a malos puertos en relación a resultados y obtención de torneos, como sucedió en toda su historia. Empecemos a desglosar desde las bases: 1) no se respetan las profesiones. Antes los directores técnicos y profesores de educación física, tenían que tener por lo menos mucha experiencia para acceder a dirigir un núcleo seleccionado; recordemos a Fontaine, Luis Victoria, Colmán, Danielo Núñez, Daniel Noble y quien escribe, tuvimos que ganar decenas de torneos en formativas para ser candidatos a las selecciones. Hoy por amistad, política partidaria o política deportiva, se puede acceder a éstas. A modo de ejemplo, en los países de primer mundo, los más preparados, con más cursos y más capacitación son los que están a cargo de las bases. ¿Ud. dejaría la salud de su hijo a cargo del portero de la mutualista porque hace años que trabaja allí?. 2) así como hay deportistas que son jugadores de selección, también sucede con los técnicos. Léase Luis Lasbal, César Álvarez, Ramón Ibañez, el “Peludo” Giménez, Alexis García, Hugo Cuña, Juan Cuña y Claudio Morales, entre otros, ¿cuántos campeonatos lograron? Así como Eulogio R. Machado, Osvaldo Goñi, Yeins Martins, Antonio Ubilla y José Macías. 3) el trasiego ininterrumpido de valores jóvenes – entre 13 y 15 años de edad - a la capital, que en su inmensa mayoría regresan a nuestra ciudad frustrados. Eso debido a los pseudocontratistas que los llevan a Montevideo, con promesas descabelladas, y lo peor es que con el consentimiento de los padres. Las razones son el desarraigo de la familia, el pueblo y el barrio, la preparación psicológica, técnica, táctica y física, y en algunos casos fisiológica - hasta jugadores con lesiones han estado en la capital-. Deben de ir en óptimo estado en estos ítems, además de ser acompañados por agentes de Fifa que sean conocidos. En los más de los casos están solos en el club, en una pensión, con la vorágine de la gran ciudad, mal alimentados, y con el vacío lógico de los pibes del club que por deducción se querrán proteger a si mismos y a sus compañeros de equipo. El departamento de Treinta y Tres, en los clubes San Lorenzo, Huracán, Treinta y Tres y Yerbalense, debido a su correcto trabajo y planificación, en la divisiones de base, tiene hoy alrededor de 150 jugadores, entre 15 años y en la finalización de la carrera, entre Montevideo y el extranjero, no siendo un medio ganador en su larga historia en O.F.I. ¿Cerro Largo cuántos tiene, con su extensa trayectoria? Que yo recuerde, Bruno Silva - en el Inter de Porto Alegre -, Pablo Iglesias – México – y en el futbol capitalino Diego de Souza, Oscar Castro, Diego y Sergio Pérez, Fernando Burián, Mauricio Tort, Maximiliano Borges, Gilson Silva, Cayetano, Siles (hijo), Bernardo Laureiro, Sebastián Corrales, y alguno más, no pasan los veinte. 4) la planificación deportiva, recuerdo con Miguel Reboledo, “Tito” Iturralde, Humberto Pica, Bartolomé Cortondo, Walter Milán, José Yurramendi y Adán Leyes, como presidentes tanto en el Noreste, como en el Este, además de importantes salarios, se ejecutaban a pedido de los cuerpos técnicos hasta ocho partidos amistosos con departamentos de fuste futbolístico, las mini giras por el Litoral- Paysandú, Salto -, por el Este – Maldonado, Rocha, Lavalleja - y por el Sur- Colonia, Río Negro, Florida - y Noreste – Tacuarembó, Rivera -. Hoy se asume con 20 días de anticipación a los torneos; todos sabemos que es imposible lograr ensamblar un equipo en ese período.
Debemos reconocer - nobleza obliga -, las dificultades económicas del deporte todo y más a nivel de O.F.I. y en consecuencia de los dirigentes actuales, que traen en consecuencia, las malas performances de nuestros núcleos seleccionados, aunque el secreto está en el trabajo, la dedicación y la inventiva. Por último, la performance futbolística -siempre jugamos con inteligencia -. Esto es una obviedad cuando se trabaja para eso, no se logra de un día para otro, se debe respetar el balón, el juego, la lealtad competitiva, el público y el espectáculo. El fútbol cuando enaltece estos valores, nunca será agraviado por una derrota.