EDICIONES ANTERIORES DE "PROPUESTAS"

26 de febrero de 2010

Sobresaliente: Un periodista melense recorre el mundo

José Miguel Elosegui Alzugaray y su compromiso con la difusión de las temáticas ambientales

En nuestra pasada edición les informábamos sobre los ecos de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en Copenhague, aprovechando la presencia en la misma de un colega de nuestra tierra. En esta oportunidad se los presentamos para que conozcan a un joven melense que disfruta de poder dedicar su profesión a temas con menos prensa y mucho mayor relevancia que los que ocupan las principales noticias… y encima pudiendo conocer lugares que jamás imaginó.

José tiene 30 años y es hijo de José Miguel Elosegui y Laura Alzugaray. Con su padre biológico fallecido en su adolescencia, el acompañamiento paterno lo ha tenido de parte de Juan Morán, a quien nuestro entrevistado también llama papá, ya que eso ha sido para él y sus dos hermanos desde que tenía 10 años.
En la actualidad el periodismo es su vida y su pasión, pero ello no quiere decir que ese camino lo haya tenido siempre tan claro:
“Hasta los exámenes de 6º del liceo siempre pensé que iba a hacer algo como Escribanía, pero no lo tenía muy pensado, porque de hecho, cuando estudié para el examen de Derecho lo salvé pero me di cuenta que era algo que no me gustaba. A mí toda la vida me había gustado escribir; el trabajo de prensa era algo que me llamaba mucho la atención, tenía facilidad para la redacción y tuve entonces un contacto con Paulina López, que había estudiado Ciencias de la Comunicación en la Universidad de la República. Ella me dio para adelante para que lo hiciera ahí y me inscribí para cursarla, siempre pensando en el trabajo periodístico. (…) Quien sí conversó conmigo varias veces hablándome de la profesión sin siquiera conocerme y antes de que yo trabajara en ningún lado fue José Luis Barboza – informativista de La Voz de Melo -, a quien tengo especialmente presente en Melo y con quien mantengo contacto fluido”.

Entre la Licenciatura y la Guía del Mundo
Así fue que José Miguel ingresó en 1998 a la UDELAR, recibiéndose en 2004 como Licenciado en Ciencias de la Comunicación:
“Es cierto que tiene muchas carencias técnicas, pero desde el punto de vista teórico, el abordaje que tiene ayuda a crecer en el conocimiento pero también para poder mirar críticamente la realidad, es clave”.
Esa apertura que le fueron dando sus estudios fue configurando una predisposición especial para lo que se le vendría en lo laboral:
“En 2001 tuve la posibilidad de ingresar a trabajar en la 'Guía del Mundo' - que antes se llamaba la 'Guía del Tercer Mundo' -, cuyo Jefe de Prensa entonces era Roberto Elizalde, que fue en aquel momento y en los años posteriores mi principal referente, quien me enseñó a hacer periodismo. Ese fue de los primeros trabajos firmes de periodismo que comencé a hacer, para el libro que elaboran con información de todo el mundo, que se publica cada dos años. También colaboraba con algunas publicaciones del 'Instituto del Tercer Mundo'. Empecé escribiendo noticias para el sitio web de la Guía, para actualizar la información de cada país, y a veces tenía que hacerlo sobre países sobre los que no conocía nada, como Lesoto (África) o Tuvalu (Polinesia), era todo un desafío. Buscaba la información en sitios de referencia, la contrastaba chequeando las fuentes y redactaba. Luego, cuando se aproximaba el momento de imprimir la Guía, el trabajo era más fino aún”.

Trabajando financiado por Europa
A mediados de 2002, Elosegui, con una compañera de trabajo - Ercilia Fonseca - forma una pequeña cooperativa, recibiendo luego algunos fondos desde Europa para hacer investigaciones y trabajos especiales:
“El más importante fue sobre los movimientos sociales en América Latina. A mí en aquel momento me tocó estudiar el ‘Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra”, de Brasil, el MST. Me tuve que poner a estudiar mucho sobre ellos para poder escribir para un libro financiado por una organización europea. Ese fue un paso de los que a uno le genera mayor responsabilidad, por encarar un trabajo que tenía que ser lo más serio y acertado posible. (…) También en ese período, de 2002 a 2004, quien era la editora de ‘la Guía del Mundo’ en inglés, estaba haciendo un libro sobre comidas callejeras en diversas partes del mundo y me encargó que hiciera la parte de América Latina, o sea, las comidas tradicionales que se comen rápidamente en la calle, como acá son las tortas fritas, los churros, ese tipo de cosas. En base a contactos en el resto de América Latina, los iba consultando sobre cuales eran esas comidas y como se cocinaban, lo cual luego chequeaba por algunos sitios de internet, relacionando las comidas con la cultura de cada país. (…) Gran parte de mi trabajo ha tenido que ver con la investigación a través de internet, que me ha resultado un área fundamental, más que quizás las entrevistas cara a cara”.

Coberturas por todo el mundo
Su preocupación por temáticas sociales y ambientales hizo que José Miguel comenzara posteriormente a trabajar en “Redes Uruguay”, una organización que forma parte de la federación “Amigos de la Tierra”, la cual a su vez tiene una radio web, 'Radio Mundo Real', que también se hace desde 'Redes' en Montevideo. La vinculación a estos distintos emprendimientos periodísticos vinculados a lo ambiental le abrió puertas nunca esperadas:
“Como periodista de esta radio hice la mayoría de los viajes que he tenido la suerte de hacer al extranjero. El primero fue al 5º Foro Social Mundial que se hizo en Porto Alegre en enero de 2005, y desde ahí muchos más. A Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, y en Europa he estado en Bruselas, en Alemania, Londres, Zagreb, Malmo y Copenhague. De repente las experiencias más fuertes fueron cuando estuve en Nairobi (Kenia), en enero de 2007 y en diciembre de ese mismo año en Bali (Indonesia), donde además de ser viajes muy largos, te encontrás con culturas totalmente diferentes a la nuestra... esos han sido los viajes sin dudas emocionalmente más impactantes, los que más te dan para pensar”.

Primero el trabajo, después el turismo
Quién iba a decir, en aquellos tiempos de incertidumbre, cuando no sabía por donde estaría su futuro laboral, que dedicaría sus horas a una profesión que además de llenarlo en lo humano ha ampliado enormemente sus horizontes:
“Nunca me imaginé en mi vida el estar viajando continuamente y conocer lugares con los que ni soñaba, fue inesperado. Primero que nada implica una gran responsabilidad en lo laboral, dado que está en juego el nombre de una organización detrás de uno y la gran mayoría de estos viajes los hice solo. Lo primero que quiero siempre es que salga bien mi trabajo; a veces te pasa de estar 15 días en un lugar y de ellos, de repente saliste sólo en uno a pasear. (…) Los viajes te sirven para crecer como persona, para conocer otras realidades, para ser consciente de lo que tenés y lo que no, ves lo ignorante que sos en muchas cosas. Pero más allá del conocimiento, lo principal que siempre me traigo de esos viajes son los sentimientos, las emociones”.

Identificado con la causa de su trabajo
Más allá de lo que le dejan los viajes, nuestro entrevistado es consciente de lo que esta hermosa profesión le da a su vida, más aún con la posibilidad – que muy pocos tienen – de tener una gran identificación ideológica con los intereses que defienden y promueven las organizaciones para las que trabaja:
“Para mí es un orgullo el trabajo que hago, me siento identificado además ideológicamente con el mismo, que no todos tienen esa suerte, porque es un trabajo que mucho tiene que ver con el activismo, no es un periodismo tradicional. Cubrimos determinada parte de la realidad que los medios tradicionales no cubren y eso te genera mucho orgullo, pero fuera de ello, los viajes y todas las satisfacciones, lo que importa es lo que es uno como persona. Porque un día me toca estar donde estoy y quizás que en otro me toque estar sin laburo. Al fin y al cabo lo que queda es lo que uno lleva adentro, los afectos de uno, la familia”.

El “First Certificate” y las raíces en Melo
Quien piense que todas las puertas que se le han abierto a José Miguel han sido por “mera suerte”, está muy equivocado, dado que su formación universitaria ha estado acompañada por sólidos conocimientos en el idioma inglés que le han permitido manejarse sin dificultades en su trabajo y fuera de fronteras:
“El inglés ha sido fundamental; si tu currículum no tiene como mínimo un 'First Certificate', no es lo mismo, eso es básico, porque muchas veces, una persona que no está a tu altura en conocimiento, en experiencia, quizás tiene un par de títulos de estos que terminan pesando más”.
Para terminar, no podían faltar unas palabras de Elosegui sobre lo que es su tierra natal para él hoy en día: “Por mi pasado, mi niñez y la gente que tengo en Melo, siempre es donde digo que encuentro paz. Estar unos días con mi familia, donde generalmente paso en casa, no en la calle, es el lugar donde mi corazón evidentemente está… eso es Melo para mí”.

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