EDICIONES ANTERIORES DE "PROPUESTAS"

24 de febrero de 2010

Fotoeditorial: Los nenes crecen

Por Juan Pablo Sánchez,
Director

En lo particular, por una cuestión de estilo siempre intento tomar una considerable distancia de los hechos que forman parte de esta publicación, con el objetivo que la misma contemple aspectos de interés más comunitario y no personales únicamente.
En esta edición, de cierta manera rompí esa objetividad ante dos aportes, que me han tocado en lo personal: el primero es la historia reciente de Tania González, quien fue docente mía en el liceo Salesiano y con quien quedó una buena relación – y en especial gran estima – que se reforzó por compartir el ambiente educativo del Mons. Lasagna que nos volvió a juntar en el 2009. Su particular situación vivida desde el pasado 6 de julio nos sensibilizó a todos y su milagrosa recuperación nos conmovió en general, por lo que más allá de lo periodístico, su testimonio en lo personal implica mucho más que eso.
El segundo aporte que contiene esta edición y que me dejó muchas reflexiones – algunas de las cuales compartiré – es la reunión que tuve con otros compañeros de la generación de nacidos en 1979.
La verdad es que cuando me hicieron saber de la misma, a mediados de diciembre, me pareció muy interesante y me dejó picando la inquietud de saber quienes irían y como sería ese reencuentro. En lo personal sólo sabía de uno de mis viejos amigos que estaría presente, por ser uno de los promotores del encuentro, pero del resto de los concurrentes no tenía la menor idea, lo cual aumentaba la curiosidad.
Llegado el día, vivimos una jornada hermosa en “El Fogón”, con el gusto de volver a ver caras que hacía más de una década que no veía y que en lo general conocí en los tiempos de la escuela o el liceo.
Lo mágico del encuentro actual, a más de 15 años de aquellos viejos tiempos, fue el buen ambiente, las bromas y las risas, que nos llevaban casi sin querer a un viaje en el tiempo a lo que fuimos de niños y en nuestros primeros pasos como adolescentes.
Los cambios en cada uno eran apenas perceptibles, porque lo más importante estaba intacto: el corazón seguía siendo el mismo, el don de gente de todos respetaba el que ya estaban forjando aquellos niños que en aquel entonces sólo pensaban en jugar y divertirse.
Es bueno ver que el ir llevando cada uno una vida con responsabilidades, familia, hijos, carreras en curso o títulos en mano, no ha afectado lo esencial y podemos comprobar que el fuego sagrado que uno tiene de chico, se vuelve a avivar cuando uno se encuentra con la gente con la que compartió ese pasado de sana felicidad.
Para terminar estas palabras de orgullo hacia mi querida generación del ’79, no puedo dejar de sumar a la reflexión a dos que no estuvieron en el encuentro pero que forman parte de ella y son protagonistas de esta edición de “Propuestas”: José Miguel Elosegui, todo un periodista y comunicador ejemplar – como persona palabras mayores -, que hace pocos días tuvo nada más y nada menos que el honor de concurrir por su medio de comunicación a cubrir la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague, y Antonio Castro, otro muy buen periodista y excelente persona que actualmente vive un sueño siendo relator y gestor de información en el Hipódromo Nacional de Maroñas… dos ejemplos de que se puede, con seriedad y compromiso, pero sin olvidarse de lo que uno lleva en sus principios… se puede.
Saludos a todos los compañeros que fueron a este reencuentro, a los que no fueron y no se perderán el próximo, y el desafío a quienes no han movido un dedo por juntarse con sus viejos compañeros a que lo hagan… no se arrepentirán… el corazón de niño que tienen intacto en ustedes se lo agradecerá.
Que así sea.


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