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24 de febrero de 2010

Punto Cavilar: La escucha y la sordera mental

Por el Dr. Norberto Borba

Escuchar, según la real academia de la lengua española es:
· Prestar atención a lo que se oye (Microsoft® Encarta 2008).
Oír, según la real academia es:
· Percibir con el oído los sonidos (Microsoft® Encarta 2008).

He aquí una notoria diferencia entre un acto y el otro, pero, ¿cuantas veces escuchamos?, ¿hay diferentes formas de escuchar?, ¿se aprende a escuchar?, ¿dónde?
Vamos a tratar de entrar en el tema sin pretender ser un estudioso del tema, lo cual no lo soy, apenas un lector que desea ser escuchado.
Deberíamos escuchar para descubrir o valorar si lo que se dice tiene significado, solo después vamos a juzgar si se acepta, si se rechaza o si es un tema a ser tenido en cuenta para su estudio, pero lo primero es escuchar.
Esto abarca desde el libro, la conferencia, la platica, el cine, los informativos, etc., todo lo que nos comunica.
El problema surge cuando venimos predispuestos o con prejuicios a valorar un tema como si se tuviera la obligación de tomar parte de ser antagónicos o amigos del punto en cuestión, solo la escucha neutral nos permitirá comunicarnos y tratar de entender al otro de lo contrario esa comunicación no se establece de forma adecuada y justa, pero hay que aprender a ser libres en la postura de escuchar bien.
Pregúntese cuantas veces Ud. escucha con esta postura, cuanto se podría remediar y/o solucionar si se escuchara con sabiduría y no dejarnos llevar por prejuicios, que si vienen de parte de tal o cual sector no es de fiar o es poco creíble, o que solo en mi línea de pensamiento actual reside la verdad, después, el tiempo nos abofetea el rostro y nos pilla en nuestras propias palabras defendiendo o diciendo lo que antes rechazábamos, independiente de las razones, o es que antes no escuché y ahora escucho o viceversa, lo cierto es que en algún momento no obtuve los elementos para hacer un buen o mejor juicio.
Muchas veces se trata de ideas u opiniones, lo que no es igual a la verdad y muchas opiniones e ideas generan afectos y enemistades ya que también somos productos de un ambiente, hemos sido formados, educados en diferentes sistemas, pero, ¿ nos han enseñado a escuchar?, cuando digo escuchar es al otro y a uno mismo, ¿Cuántas veces nos animamos a contrastar nuestros propios pensamientos, para valorar si hay verdad?, luego miramos hacia afuera y vemos un mundo con divisiones al punto de que la opinión del otro no es escuchada porque los prejuicios nos inducen a defender razones que muchas veces no son propias y sin ser contrastadas por no escuchar sabiamente para tener un juicio justo, solo así podré estar de acuerdo o no con algo, hay que tener la libertad de escuchar con neutralidad para comprender plenamente el mensaje, después, el juicio será la resultante de lo escuchado, de los valores y el concepto de bien o justicia que se tenga.
Pues si queremos hacer algo para mejorar nuestro entorno empecemos a escuchar con sabiduría, solo imagine si cada uno lo hiciera cuantos temas se solucionarían y cuantos conflictos menos habría, cuantos fanatismos insostenibles caerían bajo el propio peso de luego de escuchar me anime a cuestionar lo que pienso para obtener un juicio justo.

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