EDICIONES ANTERIORES DE "PROPUESTAS"

26 de febrero de 2010

Fotoeditorial: Sin respaldo moral

Por Juan Pablo Sánchez,
Director

Otra vez el uso del casco amerita que ocupemos este espacio de opinión haciendo referencia al mismo, como lo hicimos por última vez en la edición de febrero de 2008, un mes después que la Intendencia de Cerro Largo comenzara los estrictos controles al respecto cumpliendo con una norma nacional.
En aquel entonces, la movida a nivel popular fue general, con cientos de personas comprando cascos (de los buenos y de los otros) para cuidar su vida o para simplemente evitar la multa (opción mayoritaria). El descontento con la ley era generalizado y la discusión se remitía a la constitucionalidad de la medida, el derecho de la persona a ser quien cuida su vida conscientemente usando el casco o no… y de salvar vidas no hablaba casi nadie.
Casi dos años después, cuando parecía que a pura multa “a cara de perro” y con el aún descontento popular se había impuesto el uso del casco en buena parte de nuestra población, con la bandera de las elecciones flameando en el horizonte la Intendencia decidió “aflojar las riendas” y dejar de multar a los motociclistas únicamente por no andar de casco. ¿Las razones? El ciudadano es responsable de lo que hace y sí se lo multaría por no usar el dispositivo en casco que se lo “pesque” cometiendo otra infracción… ahí sí facturaría doble el inspector.
¿Resultados de esta “brillante” maniobra que pretende no enojar contribuyentes de cara a las elecciones de mayo? Retrocedimos los pocos casilleros que habíamos forzosamente avanzado en este par de años y quedamos no en cero, sino que más atrás, ya que ahora la credibilidad que tiene la Intendencia a la hora de controlar o multar es casi nula.
¿Por qué? Porque es totalmente inmoral que un organismo de control decida hacer cumplir las normas cuando le parece y dejar de hacerlo cuando le conviene. Además, con qué autoridad moral un Inspector le puede reclamar a un ciudadano común que use un casco, cuando no lo usan varios funcionarios municipales de alto rango cuando conducen sus motocicletas en la ciudad o ¡¡cuando algunos inspectores de tránsito, fuera de su horario de trabajo, tampoco lo hacen… por favor!!
Lamentablemente, en este – como en otros temas – seguimos caminando con rumbo incierto, cada vez más lejano a la claridad y más en medio de las tinieblas. Los que mandan no ayudan y los de abajo, el pueblo común y corriente tampoco, ya que usa el casco sólo bajo el rigor de la amenaza de multas, poco le importa salvar su vida… así es difícil, no?
Otro tema igual de alarmante que el anterior en lo que a tránsito se refiere: considero, por lo que veo diariamente en las calles de Melo – Ud. bien sabe que es así -, que 1 cada 3 o 4 conductores de automóviles maneja hablando campantemente por su celular; este es otro aspecto preocupante que confirma que el tránsito en Cerro Largo es tierra de nadie y que a la propia gente manejar en forma segura (para ellos y los demás) no le importa nada. Le cuento que en ciudades como Buenos Aires, solamente con que lo “agarren” una vez cometiendo este acto en su vehículo… Ud. pierde la licencia!! Y a su vez, yendo a casos más cercanos, le digo que en Maldonado, si un inspector de tránsito lo “pesca” manejando y hablando por celular a la vez, tendrá una multa de $ 2.500. ¿Y en Melo? Sólo falta que lo aplaudan.
Que así no sea.

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